Para cualquier adulto, hallar un rato para relajarse y liberar la mente de los quehaceres cotidianos se ha vuelto una tarea difícil en estos días. Para los niños hiperactivos y problemáticos puede serlo aún más. Sin embargo, una escuela primaria en Baltimore, EE.UU., ha escogido reemplazar los clásicos castigos en el salón de detención por la meditación contemplativa.
Dos investigaciones norteamericanas han revelado que la meditación o el yoga pueden tener efectos positivos en los niños y en los jóvenes, al mejorar sus condiciones psicosociales y su bienestar emocional, incluso en situaciones vitales difíciles. Los beneficios podrían deberse a ciertos cambios cerebrales que estas prácticas provocan.
Según Olga Jiménez, profesora de la Escuela Profesional «Luz Sobre el Yoga», el trabajo correcto sobre sus cuerpos «tiene un impacto claro en sus estados mentales, ayudándoles a concentrarse mejor, a estar más receptivos y, en definitiva, a ser más positivos».